El orgasmo es el momento final y de máximo placer que ocurre durante una relación sexual, es el punto de mayor satisfacción y descontrol durante el acto, y cuando llegamos a él, nuestro cuerpo atraviesa una gran cantidad de sensaciones placenteras que nos hacen enloquecer, y el cerebro segrega sustancias químicas y hormonas que nos llevan a ese estado de clímax y relajación.

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Con el paso del tiempo, los secretos y las técnicas para mejorar la sexualidad se han popularizado por todo el mundo, y sabiendo que el orgasmo es el punto de mayor placer, los expertos y principalmente la comunidad femenina se han esmerado por compartir todos los tips necesarios para que cada acto sexual esté repleto de orgasmos.

En un ámbito tan amplio y versátil como el erótico, siempre hay cosas deliciosas y excitantes por explorar, todo es cuestión de conocer nuestro cuerpo y el de nuestra pareja, y descubrir nuestros gustos, conociéndonos y experimentando nuevas cosas para ponerlas en práctica durante el sexo; de la misma manera tener la confianza y comunicación suficiente con tu pareja para compartirlas y llevarlas a la cama.

Esto, nos lleva a hablar de la vital importancia de los orgasmos en las relaciones sexuales; y también es bueno que conozcas los diversos tipos de orgasmo a los que puedes llegar; los que quieres que tu pareja experimente, y así, mejorar su sexualidad, confianza y vida en pareja.

Ahora bien, ¿Cuáles son los tipos de orgasmo, y cuántos son?

Así es, existen varios. Puede que pensaras que ya lo conocías todo y que el placer personal y el de tu pareja es algo que se les da muy bien, sin embargo; debes saber que hay muchas formas de alcanzar el orgasmo; dependiendo de la zona que trabajes; dicho esto, échale un vistazo a nuestra lista y no tardes en probarlos todo, a ver cuál les gusta más.

Orgasmo en el clítoris: podría decirse que es el tipo de orgasmo más común; esto de debe a qué el clítoris es el órgano sexual femenino con más cantidad de terminaciones nerviosas, además de que su estimulación es muy sencilla; gracias a su ubicación externa y fácil de encontrar.

Orgasmo vaginal: bueno alcanzar este tipo de orgasmo es un poco más complejo, sin embargo no es difícil, y por lo general se alcanza luego de llegar al primero. Este se lleva a cabo por medio de la estimulación del punto G; ubicado dentro de la vagina; ya sea utilizando el pene o los dedos repetidas veces en las diversas zonas erógenas y en las diferentes posiciones sexuales; todo depende de cuáles le gusten a tu pareja.

Orgasmo combinado: su mismo nombre lo dice, es cuando se alcanza el orgasmo en el clítoris y el orgasmo en la vagina al mismo tiempo, este tipo de orgasmo suele ser mucho más prolongado; intenso y placentero.

Placer en el ano: al igual que la vagina, el orificio anal cuenta con muchísimas terminaciones nerviosas, que lo hacen un punto muy sensible y una zona potencial generadora de orgasmos; que si se estimula correctamente y con la lubricación necesaria podría proporcionar ratos muy placenteros.

Orgasmo cervical: sin duda este es el tipo de orgasmo más complicado de alcanzar; según las estadísticas solo 1 de cada 10 mujeres consigue llegar a este punto. Y para lograrlo, debe estimularse el cuello del útero; el cual se ubica en la parte posterior de la vagina y solo puede conseguirse por medio de la penetración profunda; ya sea con el pene o con el uso de juguetes sexuales.

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Orgasmo mental: no son muchas las personas que consideren este orgasmo real, pero se ha comprobado que sí es posible y que muchas parejas lo practican. La forma más común de realizarlo es por medio del sexo tantrico; trucos específicos en la respiración y movimientos coordinados en la zona pélvica; y por supuesto sin tener que utilizar el contacto físico.